Muchas personas buscan la paz, pero no saben dónde encontrarla, porque solo están mirando lo terrenal, las creencias de este mundo. Pensando que un brujo les puede solucionar sus problemas. Lamentablemente, estas personas no pueden confiar en Dios porque no le conocen, por eso hay una labor muy importante en la Iglesia; el transmitir la palabra del Dios verdadero, y que esas personas encuentren la paz que necesitan.

La realidad es que la juventud está siendo muy atacada por el diablo. Como, por ejemplo, con las drogas u otros vicios que destruyen sus vidas. Así como muchas veces hay tormentas que pueden golpear. Como ocurrió en una experiencia escrita en Mateo, capítulo 8, versículo 23 al 26.

“Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza”.

Usted, querido lector, puede entender en estos versículos que, para enfrentar las tormentas de la vida, necesitamos la poderosa presencia de Dios, porque solo adheridos a Él podremos ser vencedores, y esto se logra por medio del ayuno y la oración.

Estas son las armas reveladas por Dios, en este ejemplo donde Jesús estuvo presente. 

Así como en Proverbios capítulo 2, versículo 6, nos dice: “Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia”.