• 16 de Julio, 2019

JESÚS, NUESTRO CONSEJERO

La palabra de Dios llena nuestra alma porque es inspirada por el Espíritu Santo de Dios. Dejémonos renovar el entendimiento por el Todopoderoso y hablemos lo que a Dios le agrada.

La palabra de Dios es la que reconforta, la que llena nuestra alma. Él siempre nos va a dar lo que necesitamos, nos va a dar lo justo para llenar nuestras vidas. La Palabra nos ministra y cuando la declaramos somos sanados porque tiene PODER.

La iglesia tiene una labor muy importante: evangelizar y alcanzara las vidas que no conocen de Dios, y la alabanza y la adoración a Dios. Nadie puede engañar a Dios, solo Él conoce lo que hay en el corazón; cómo están nuestros sentimientos.

El señor sabe que necesitamos de Su presencia. Cuando estamos en angustia no envía un ángel o un mensajero, Él mismo dice: Yo me voy a acercar a mi hijo, a mi siervo que tiene una situación en su vida.

No importan tus problemas, tu aflicción, las batallas que estés pasando, porque tenemos en Dios un guerrero fiel. Por eso necesitamos de Su presencia y una experiencia con Él.

Dios dice: yo te voy a cambiar el lenguaje, lo que hablas, hay muchas palabras negativas que nos quieren detener, pero Jesús se acerca y comienza a caminar contigo. Como un buen consejero, Él no está a la distancia, por eso, hoy escucha la dulce voz de Dios.

La Palabra de nuestro consejero por excelencia es buena y sus pensamientos son buenos para ti. La visión espiritual hace ver más allá de la circunstancia, del problema, me hace ver las soluciones al problema. El Cristo que predicamos es aquel que venció la muerte, que está sentado en su trono, que vive para siempre y que tiene un Nombre sobre todo nombre.

Hay momentos que la respuesta que usted espera resulta ser contraria a lo que debería pasar, pero no se frustre. No te dejes llevar por las circunstancias, no te desesperes porque aún no llega lo que esperas, sin duda vendrá, no tardará, lo que Dios prometió se cumplirá, Él es fiel.

Las falsas conclusiones crean confusión en la mente y hay que recordar que el campo de batalla de Satanás es la mente. Las batallas las libramos en la mente, es necesario ser renovados y transformados por la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas y tener la mente de Cristo.

Si nos dejamos llevar por nuestras emociones y por nuestra manera de pensar, va a venir una confusión en la mente y el enemigo se va a aprovechar y sus decisiones no estarán correctas y tendrá consecuencias, Dios quiere darte una mente transformada. ¡Acércate hoy a Él!

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