• 09 de Mayo, 2019

Quise callar, pero no pude

La pastora Adriana Villeda nos comparte su experiencia vivida en la II Confraternidad Nacional de Jóvenes y Pastores ¡Cuéntanos tu experiencia!

Los días 25 al 27 de abril de 2019; se llevó a cabo nuestra II Confraternidad Nacional de Jóvenes y Pastores en la Ciudad de Almecatla, Puebla, ejecutada bajo el lema: “Efectos de la Shekinah en el Joven y el Ministerio”. La hermana Adriana quien es pastora en la comunidad de Tlamaya en San Luis Potosí nos comenta:

“Me encuentro agradecida con el SEÑOR, ya que nos dio la oportunidad de obtener la victoria  en nuestra confraternidad. Desde el primer día el SEÑOR nos habló por medio de su palabra y al paso de cada culto pudimos contemplar su gloria cada vez más. En un principio nos pareció preocupante por la falta de atención de la juventud; evidenciábamos una juventud muy distraída, un poco indiferente, pero DIOS fue captando la atención de cada hermano presente, poco a poco; mas no dudamos que Dios seguirá levantando esta generación llenos de la Shekinah, para su Gloria.”
A esta experiencia, en la que la pastora pudo ver la mano de DIOS bendiciendo a la juventud mexicana, añadió la siguiente reflexión:

“Algo muy imprescindible y urgente para la juventud, es el bautismo del ESPÍRITU SANTO, que equipará a cada uno de ellos para el servicio a DIOS, y ante todo una humillación sincera ante el DIOS del Cielo. El llamado a la obra misionera fue muy preciso, la palabra de DIOS nos incitó a ser más diligentes a la labor de predicar el Evangelio, sobre todo, en este país donde se necesita cada día con más urgencia… (“algunos no han captado la visión sobre la importancia del Evangelismo, algunos no salen a predicar por pereza, otros no predican porque no guardan un vivo testimonio ante la sociedad, otros por temor, etc.”)… Nos hace falta el fuego de DIOS, como el que estaba en el corazón del profeta Jeremías, para no callar y predicar la Palabra de DIOS a tiempo y fuera de tiempo. ¡Maranatha!”

“Y dije: No me acordaré más de ÉL ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego  ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude”.  Jeremías 20:9

¡Comparte con nosotros tu experiencia! Queremos glorificar el nombre de DIOS, anunciando las grandes maravillas que ÉL ha hecho en ti.

 

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