En el pueblo de Cristo no se puede estar entre dos pensamientos, cuando el Espíritu de Dios nos hace libres, tenemos toda la potestad para mantenernos en la santidad y no dejarnos engañar por personas que son usadas por el maligno.
Debemos mantener una lealtad firme, con convicciones claras, el enemigo está turbando la fe de muchos con ideas, ideologías y filosofías que no tienen nada que ver con Dios.
Cuando las cosas no van bien, igual tenemos que ser fieles a Dios, seguir esforzándonos en los caminos de la santidad, porque por más difícil que se vuelva, vamos guiados por Cristo y el Espíritu Santo.
Tampoco hay que sentirnos más por conocer la verdad del evangelio, sino defender la fe de manera respetuosa, y con seguridad transmitir lo que somos ahora por el poder de la palabra de Dios.
Nada ni nadie nos pueden obligar a traicionar a Dios, el que se ha dejado seducir y convencer es porque tiene cosas en su corazón que han ido creciendo y han dado un fruto de muerte, porque no le permiten ser íntegros, todo por desviarse a los engaños del enemigo.
Tenemos que analizarnos y saber qué convicciones tenemos, Dios nos revela que existe un solo Dios, una trinidad que son uno: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Nuestra adoración y nuestra alabanza es para nuestro Dios. No debemos estar recordando las épocas pasadas, las épocas en que reinaba el pecado. Hay personas que aún piensan en el pasado y creen en el mundo.
Hay que tener una conducta que nos identifique como cristianos, porque creemos y servimos a Cristo. Dios no llama a los que están entre dos pensamientos, sino a los que tienen una determinación hacia las cosas espirituales y dejan que Dios comience a restaurar en la vida de todo el que se acerca sinceramente a Él.
Creemos en que la biblia es la palabra del Señor y que la iglesia es la casa de oración, donde Dios nos habla por Su palabra. Debemos buscar a Jesucristo que es el camino, la verdad y la vida. En la sana doctrina encontramos la santidad sin la cual nadie verá al Señor.
Nadie nos puede sacar con las artimañas del error, porque el corazón de esas personas se rebela contra Dios, no se pueden sujetar a nadie, y solo murmuran y dañan. Hay muchos que traicionan la cruz de Cristo, porque no todos son de Cristo, y el enemigo puede usar a esas personas.
La biblia dice "por sus frutos los conoceréis", por eso no te dejes influenciar, si hay alguien que te quiere sacar de los caminos divinos. El apóstol Pablo dijo: "Sed imitadores de mí y mirad a los que así se conducen, según el ejemplo que tenéis en nosotros".