A través de la oración podemos mover la mano de Dios, porque el que pide, recibe; el que busca, halla y al que toca, la puerta se le abrirá. El brazo de Dios sigue extendido para bendecir, para ayudar y para libertar.

La Biblia nos enseña que Cristo subía al monte a orar. Él nos dio el ejemplo para que nosotros podamos permanecer firmes en la fe. La oración es una defensa contra el enemigo para no entrar en tentación.

Hay que ser obediente a la palabra de Dios, ahí es cuando obtenemos nuestra bendición. También existen personas que no le agradecen cuando han obtenido el favor del Creador. Pero qué hermoso es cuando honramos y somos agradecidos a Dios por Su misericordia.

La vida que tenemos le pertenece al Señor, Él no desprecia a nadie, por eso, cuando venimos a la fuente de la vida que es Jesús, hay muchas bendiciones espirituales: para tu alma liberación y para tu problema la solución.

Los ídolos nunca van a poder responder ninguna petición porque no oyen ni escuchan, por eso no creas esas mentiras, la única verdad está en la Biblia. No hay otro dios que se compare al Todopoderoso que es Espíritu y Vida. Él vive y reina para siempre.